martes, 12 de agosto de 2014

Los conos, los bichos del río, o las voluptuosidades de las mentes circulares

Tra, tre, tri, tro, tru.
El tonto que piensa que fuiste tú.
Tra, tre, tri, tro, tru.
La trucha que salta y el troncho no dice ni mú.
Tra, tre, tri, tro, tru,
Tra, tre, tri, tro, tru…

Fig .1. Evans-Pritchard y los Nuer de occipucios
rectos y las voluptuosidades de sus mentes circulares.
La mente tiene forma de cono, como las efémeras y los tricópteros. La revolución del triángulo rectángulo sobre su cateto lo genera. La importancia del cateto es manifiesta. Sólo cuando hay uno – un cateto- es posible la revolución que genera un cono recto. El propio Evans-Pritchard en sus estudios sobre los nuer determinó que la rectitud del occipucio de determinados individuos es síntoma inequívoco de circularidad eidética, de circunloquios sin sentido y manía persecutoria, o lo que es lo mismo, de conicidad digresiva.

Si aplicamos estos principios a las técnicas de montaje de las efémeras – que aquí todo vale, desde hablar de conos, de montaje y de Artajerjes, porque lo digo yo, troloró- podemos comprobar cómo las voluptuosidades de las mentes de las truchas proyectan una imagen en tres dimensiones de los insectos que son el desencadenante del ataque, fundamentalmente a los tricópteros en su fase emergente, y sobre todo en ríos calizos tan característicos como el Zambeze, el Congo, el Lozoya, o el Albardana.

Fig 2. Imagen de la generación de un cono y ataque sorpresivo
de una trucha de pensamiento circulara una emergente de tricóptero
en un río calizo de la península del indostán, con anotaciones
 en árabe castizo, según lo formuló y lo esquematizó el
profesor AdhbenMuhhandRashksquid.
Según el principio del premio Nobel Müller-Steinhauer sabemos que: “ el río está lleno de triángulos, y es que no hay río sin triángulos, como no hay barrio sin Mercadona, ni pueblo sin tonto con camiseta del Barcelona” .

Si nos fijamos en la siguiente figura, podremos comprobar cómo Müller-Steinhauer en su tesis sobre los conos y las voluptuosidades de la mente que le valió el Nobel, muestra de forma magistral la conicidad del cuerpo de un tricóptero, y señala, con una muestra de su dominio del francés y el castellano – porque era un auténtico políglota, además de un ególatra, un idólatra, y un palíndromo- la ficha de la generación del cono en ambos idiomas, rebelando con mirada de científico de los buenos, que debajo de las alas del bicho hay…¡¡¡ un abdomen !!!. Este gran descubrimiento le valió el prestigioso premio de poliandroantropología entomológica comparada Thusterüerthein.
Fig.3 Nótese el gran descubrimiento de Müller-Steinhauer
del abdomen del bicho, que enunció así y fue motivo del citado premio:
“Estos bichos que vuelan pol río tien cuerpo, lo que pasa es que las
alas no nos dejan velo”

Así como la revolución del triángulo rectángulo genera el cono, la revolución del ego en las mentes voluptuosas genera la presuntuosidad. Este fue el corolario extraído por el profesor StürkhRameinsteihts de la Universidad de Khürhktansteins tras analizar las conclusiones de Müller-Steinhauer. En palabras del propio Rameinsteihts: “tú dale cuerda a un tonto, que te quema un pueblo”. Es así que determinó que se empieza por hacer conos, se continua por decir sinsentidos sobres los moscos y los conos, y una cosa lleva a la otra, de los hoplitas pasamos a los lacedemonios, de éstos a los austrohúngaros, y de ahí a escribir en clave, no hay ya más que un paso y caer así en la conicidad del Superyo, o en las voluptuosidades de las mentes circulares y en pensar que eres mu grande sin haber salido del patio de tu casa. Este proceso descrito por Rameinsteihts se ha dado en denominar “proceso de introgresión eidético-gnoseológico-fractal de las mentes voluptuosas”, o en la denominación de Khörkheimer: “la tontuna del yomás”.

Próximamente continuaremos con la serie de entradas divulgativas en nuestro blog. Se trata de un nuevo hallazgo que nos acerca al eslabón perdido. Esta vez hablaremos del reciente descubrimiento de los profesores Fhetrhüer St. Y ButhürttenhWissehel del “Homo Alcarreñus”.

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